Recuérdame que…

Cada día lo veo más efectivo y cada vez lo tengo más claro, para mi, la base más importante de los Sistemas de Gestión del Tiempo es utilizarlos como soporte externo a mi memoria, como un pendrive que almacena tareas, en cualquier momento y situación. Pero… ¿por qué?

Antes de empezar este post, lo primero es proponer una idea… escucha las 15 palabras que te suenan a continuación y retenlas en la cabeza mientras lees el resto…

 
Bien, ahora seguimos…

Ya lo comenté y lo estuve analizando en otro post hace tiempo; el porqué desconfiar de nuestra memoria, cómo ésta está afectada por el estrés, como gano en eficiencia si archivo tareas para otro momento o como elimino «ruido» para poder dedicarme al 100% a la tarea que estoy realizando en ese momento.

Sin embargo cada día que voy a un taller de gestión del tiempo, he de dedicarle un tiempo extra a explicar estos conceptos, a intentar hacer entender que nuestra memoria nos falla, nos engaña o no es todo lo precisa que podría ser o creemos que es.

El hecho de apuntar en un post it, en una hoja sucia, en una libreta, etc.. es precisamente para eso, para que no se nos olvide, para poder quedarnos tranquilos sabiendo que lo hemos anotado, para decirle a nuestro cerebro: «relájate, no le des más vueltas que no se olvida!!» y aún así, si seguimos pensando que lo podemos olvidar, lo anotamos más grande y lo ponemos en un lugar más vistoso, y si aún no estamos tranquilos, le decimos a nuestro compañero: «recuérdame que…»

No obstante, a pesar de hacerlo prácticamente de manera inconsciente, no le damos a este hecho la importancia suficiente a la hora de incorporarlo a nuestro sistema de organización.

Anotamos las tareas en la agenda para marcarnos una fecha, un orden cronológico, y sin embargo nunca utilizamos las hojas de «notas» que nos dejan al final, que es donde debería empezar nuestra organización, simplemente recopilando tareas, y si, luego procesarlas y ponerles, o no, una fecha o un grado de importancia, pero siempre a posteriori, porque recuerda, si tardas menos de 2 minutos…

Normalmente, en nuestros talleres, hago este juego que hemos empezado con las 15 palabras, que pone de manifiesto uno de los fallos más comunes en nuestra memoria, la atribución errónea. En este ratito, además de reírnos, vemos un poco más como nos engaña nuestra cabeza a la hora de recordar cosas!

Así que, ahora te pregunto: Dime SI o NO, si aparecen cada una de las siguientes palabras en el listado que escuchaste al principio:

* Sabor     (¿Si o no?)
* Punto     (¿Si o no?)
* Dulce     (¿Si o no?)

* ¿Acertaste? Si no, la explicación es sencilla: Nuestra memoria a Corto Plazo no recuerda más allá de 15 o 20 segundos, por ejemplo, cuando memorizamos un teléfono justo antes de marcarlo, sin embargo, nuestra Memoria a Largo Plazo, concretamente la denominada Semántica, es capar de crear asociaciones o conjuntos. En este caso, nuestro listado de palabras tienen una clara asociación, de ahí el error común al pensar que Dulce se encuentra en el listado. (Daniel Schacter lo explica a la perfección)

Un saludo!

Emilio Solís
Consultor Formación

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