Todo por el cliente… ¿También en pandemia?

Como os comentaba en el post anterior sobre Doblemitad, la primera quincena fue crucial, todas las decisiones que tomáramos sabíamos que nos afectarían al resto de situaciones que fuesen sucediéndose durante el estado de alarma, que, por otra parte y por más que mirábamos los titulares, no teníamos ni idea de cuanto iba a durar.

Súmale a todo esto que cualquier conversación delicada sobre el tema que tuviéramos que tener con cualquier habitante nunca iba a ser en persona, como mucho, por video llamada, y al final, con el propio jaleo y el descontrol que teníamos todos encima, la mayoría de las veces, como mucho, por teléfono.

¿Por qué cuento todo esto? Tanto Chema como yo somos muy fan de Miguel de Lucas y, sobre todo, de Pablo Lago. ambos fundadores de Pepe Phone. ¿Y por qué somos fans? Porque pensar siempre en tu cliente como máximo estandarte, prescriptor y al que realmente tienes que cuidar, pocas empresas lo hacen! Y nosotros queremos ser como Pepephone, al menos en lo que a este tema se refiere!

Malagueta

Nuestra política con respecto a cambios en condiciones siempre ha sido:

Cualquier habitante de nuestros espacios se beneficiará de los cambios a mejor de condiciones que ofrezcamos a nuevas empresas

Chema y Emilio

Llegado a este punto entenderéis lo complejo que ha sido estudiar y preveer que hacer en nuestro caso con nuestros habitantes y sus oficinas, de modo que nuestros pasos fueron:

  1. Revisar una a una las condiciones, contratos y el estado de todas las empresas que se encontraban en nuestras instalaciones
  2. Entre llamadas, prospecciones y nuestra propia experiencia, intentar conocer la situación empresarial de cada una de ellas de cara a su propio futuro laboral.
  3. Establecer acciones individuales sabiendo que tendrían repercusiones globales.

Como también comentamos, nuestra principal acción era recortar gastos y como es normal, comenzamos con nuestros propios caseros. No fue tan bien como esperábamos pero podemos decir que conseguimos, a priori, un aplazamiento.

Si, es entrar en deuda, lo sabemos pero fue lo primero que tuvimos y, directamente, lo planteamos a nuestros habitantes: Primera medida, la misma opción de aplazamiento que obtuvimos nosotros y nuestra palabra que, cualquier recorte que obtuviésemos, lo trasladaríamos a las oficinas.

Y así transcurrieron los siguientes 15 días, entre llamadas y averiguaciones, pero claro, no todos los casos eran iguales y abril no pintaba muy bien… seguiremos contando!

Y ya sabes que puedes contactar conmigo cuando quieras!